Fibras que ayudan a eliminar el colesterol de otros alimentos. Toma nota de sus principales beneficios para la salud:
Digestiva. La fibra es, aparte del agua, el principal componente de la berenjena. De tipo soluble, favorece el buen estado de la flora bacteriana y disminuye la consistencia de las heces, lo que ayuda a su eliminación.
La berenjena se puede considerar un alimento ligero y digestivo siempre que se cocine de manera apropiada.
Baja el colesterol. Tanto la fibra como las sustancias químicas que se encuentran especialmente en la piel y las semillas contribuyen a mantener el colesterol en niveles óptimos.
Algunos compuestos de la berenjena inhiben la síntesis de colesterol en el hígado, mientras que otros evitan que se oxide y se adhiera a las paredes arteriales.
Ayuda a controlar el azúcar.
Es apropiada para diabéticos porque contiene muy pocos hidratos de carbono, mucha fibra, que reduce la velocidad de absorción de los azúcares de otros alimentos, y sustancias que ayudan a mantenerlo bajo control, como la trigonelina.
Diurética. El mineral más abundante es el potasio y casi no contiene sodio, lo que favorece la eliminación de líquidos y reduce la presión arterial (si no se añade demasiada sal al cocinarla). Esto facilita el trabajo del corazón y apoya la función eliminadora de los riñones.
Buena para el sistema nervioso. La presencia de vitamina B6, B1 y magnesio en cantidades significativas la indican para reforzar el sistema nervioso y mejorar el estado de ánimo. La vitamina B6 es especialmente recomendable durante el embarazo, pues previene la diabetes gestacional y alivia las náuseas.
Precaución: las personas con tendencia a formar cálculos renales sólo deben consumirse ocasionalmente, pues contienen una gran cantidad de oxalatos, que favorecen la cristalización inicial.
Amiga del hígado. Las propiedades más valiosas de la berenjena no son debidas a su riqueza en vitaminas y minerales, sino a compuestos químicos específicos que se hallan sobre todo en la piel y las semillas.
Destaca especialmente su capacidad para reducir el colesterol LDL.
El aporte de fibra es una posible causa, pero todo indica que la diferencia está en los alcaloides con estructura química similar a las estatinas,medicamentos que inhiben la síntesis del colesterol, pero sin sus efectos secundarios.
Estas sustancias exclusivas de la berenjena y de sabor amargo estimulan el buen funcionamiento del hígado y el vaciamiento de la vesícula biliar, de manera que favorecen la digestión de las grasas.
Son efectos que pueden conseguirse a través de recetas culinarias y también mediante infusiones (se corta la berenjena en cubitos que se dejan hervir unos minutos; luego se va tomando el líquido a lo largo del día).
Poder antioxidante.
Además, la berenjena contiene una decena de ácidos fenólicos antioxidantes muy potentes y antocianinas, pigmentos que dan el característico color oscuro a la piel, como la nasunina.
Ambos tipos de compuestos impiden la oxidación del colesterol,una de las causas de que se convierta en un problema para la salud y con ello previenen tanto los trastornos cardiovasculares como las enfermedades degenerativas.
Protege el cerebro. La nasunina protege especialmente las membranas de las neuronas, por lo que previene y combate diversos trastornos de tipo nervioso.
También se ha investigado su utilidad en la lucha contra el cáncer porque inhibe la formación de nuevos vasos sanguíneos que alimentan los tumores y combate la indeseable acumulación de hierro en los tejidos.
Como refleja su color morado también contiene antocianinas, de acción antioxidante.
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